4. Obesidad
Los puntos fundamentales a tratar en esta sección
son los siguientes:
- Definición.
- Patogénesis.
- Etiología.
- Causas de la obesidad.
- Tratamiento en el niño y el
adolescente. - Pautas para el tratamiento e implicaciones de la
obesidad en
la salud.
a. Definición de Obesidad
Antes de intentar cualquier definición es
oportuno hacer las siguientes consideraciones:
1. La obesidad es el resultado de un proceso de
interacción de factores genéticos y ambientales que
se manifiestan con un fenotipo heterogéneo.
2. Obesidad no siempre es igual a sobrepeso. Este último,
como su nombre lo indica, es un exceso de peso con respecto al
considerado normal para la talla, sin tomar en cuenta la distribución de los componentes del peso
corporal (4).
3. El término obesidad es abstracto y lo que se observa
son individuos con diferentes tipos de obesidad.
Hechas las consideraciones anteriores, se define como sujeto
obeso al individuo que presenta un exceso de grasa en
relación con su composición corporal total de
acuerdo con índices estandarizados para una población de referencia.
b. Patogénesis de la Obesidad
Es bien conocido que factores biológicos y ambientales
desempeñan un papel muy
importante en la patogénesis de la enfermedad en
determinados individuos. Sin embargo, en un sujeto dado puede ser
difícil definir las factores que han contribuido a su
obesidad. Lo que está claro es que ésta no es una
enfermedad aislada sino un grupo
heterogéneo de trastornos que se manifiestan en forma de
exceso de grasa; entre ellos sobresalen:
Alteraciones neuroendocrinas: Ya que existe una base
neuroendocrina en el control del
apetito. La alteración de algunos de estos alimentos pueden
aumentar la ingesta de alimentos.
Herencia:
Existe un claro papel de la
herencia.
Cuando ninguno de los progenitores es obeso, la posibilidad del
individuo de desarrollarla es 10%; si uno de ellos lo es,
asciende al 40%; si ambos lo son, el riesgo asciende
al 80%. Actualmente se investiga intensamente sobre "el gen" de
la obesidad.
Consumo
calórico: El ahorro
energético varía considerablemente de un individuo
a otro. Dos personas del mismo sexo, talla y
nivel de actividad física pueden
requerir consumos calóricos marcadamente diferentes para
mantener sus pesos. De forma similar, dos individuos obesos, del
mismo sexo, peso,
talla y nivel de actividad física, cuando
inician la misma dieta de reducción, pueden disminuir su
pero de forma muy diferente.
Fármacos: Un factor importante frecuentemente subvalorado
en esta entidad son los fármacos. Muchos de ellos,
especialmente algunos psicotropos utilizados a menudo, aumentan
el apetito. Los antidepresivos, neurolépticos y
tranquilizantes menores pueden inducir un aumento de peso
mediante un incremento del consumo de
alimentos. Debe tenerse en cuenta si el paciente usa esteroides o
anticonceptivos orales que favorezcan la
obesidad.
c. Etiología de la Obesidad
Este es uno de los aspectos menos comprendidos y de mayor
interés
en el abordaje del paciente obeso. Se cree que la dificultad para
su entendimiento radica en las múltiples formas de
obesidad y sus diferentes causas. Es poco frecuente que
ésta sea debida a patología endocrina como por
ejemplo trastornos hipotalámico, hipotiroidismo,
Síndrome de Cushing, hiperinsulinismo e hipogonadismo.
Se puede precisar que la obesidad es el resultante de un exceso
de almacenamiento de
energía en el tejido adiposo, que depende de una compleja
red de variables
genéticas, nutricionales, psicológicas, sociales y
del gasto energético. En su forma más simple, la
ganancia de peso puede ocurrir por respuestas maladaptativas al
medio ambiente
tales como inactividad física y a exceso en la ingesta
calórica.
El almacenamiento de
energía en el tejido adiposo se presenta cuando los
ingresos
superan las demandas energéticas
Cada uno de los componentes de este esquema está
constituido por un grupo de
variables. Al
mencionar ingresos se
incluye no sólo el total calórico sino
también la composición de los macronutrientes, el
sabor, la influencia sobre el apetito y sobre el metabolismo.
Los gastos incluyen
el gasto metabólico basal, el efecto térmico de los
alimentos, el de la actividad física y el de la
termogénesis. El componente más complejo del
esquema es el organismo humano porque presenta características adquiridas y heredadas que
interactúan entre los ingresos y los gastos de manera
imprevista. Así, cuando en forma rápida se reduce o
se aumenta de peso, el organismo genera unos cambios
compensatorios en el gasto energético tratando de volver a
su peso preliminar.
En la siguiente tabla se mencionan algunos determinantes del
exceso de grasa corporal; cada uno forma parte de algún
componente del esquema.
Edad: La proporción de grasa incrementa con Género: Las mujeres tienen mayor Ingreso calórico: La sobre alimentación Composición de la dieta: La ingesta de Tasa metabólica de los alimentos: Es bajo Actividad de la lipasa de lipoproteínas Insulino-resistencia: Se presenta acompañando Termogénesis: Los procesos Factores sociales y ambientales: La obesidad se Caracteres genéticos no determinados: |
d. Causas De La Obesidad
La obesidad sólo es debida a trastornos del sistema endocrino
en contadas ocasiones. En la mayor parte de los casos, la
obesidad es la consecuencia de un aporte de energía a
través de los alimentos que supera al consumo de
energía a través de la actividad; este exceso de
calorías se almacena en el cuerpo en forma
de grasa. Sin embargo, el metabolismo
basal, la mínima cantidad de energía necesaria para
mantener las actividades corporales, varía de una persona a otra,
de manera que hay personas que utilizan, de manera natural,
más calorías para mantener la actividad corporal
normal. La obesidad puede también deberse a la falta de
actividad, como sucede en las personas sedentarias o postradas en
cama.
En el desarrollo de
la obesidad influyen diversos factores, además de los que
ya se han mencionado, como factores genéticos, o factores
ambientales y psicológicos. Se ha observado que hijos
adoptados con padres biológicos obesos tienden a tener
problemas de
sobrepeso aunque sus padres adoptivos no sean obesos. Sin
embargo, todavía no está claro cómo los
genes influyen en la obesidad. Estudios realizados en ratones
pusieron de manifiesto que cuando determinados genes faltaban o
estaban mutados se facilitaba el desarrollo de
la obesidad. Sin embargo, estas investigaciones
no han tenido el mismo resultado en humanos. Por otro lado, los
hábitos alimentarios familiares y sociales también
tienen importancia y muchas veces se recurre a una ingesta
excesiva de comida en situaciones de estrés y
ansiedad.
e. Tratamiento en el niño y el adolescente
El tratamiento de la obesidad en el niño es
fundamentalmente preventivo. Para esto ha de instaurarse
excelente educación desde la
infancia sobre
buenos hábitos alimenticios y de actividad física a
nivel familiar y escolar. Los pediatras y médicos de
familia
desempeñan un papel muy importante en esta labor
preventiva y educativa.
Se debe efectuar prevención secundaria en niños y
adolescentes
de alto riesgo tales como
hijos de uno o ambos padres obesos (u otros miembros de la familia
obesos que vivan con el niño), lactantes que aumenten
rápidamente de peso en el segundo semestre, escolares con
sobrepeso, adolescentes
que aumenten más de lo esperado en el crecimiento puberal
y niños y
adolescentes reposo prolongado.
El tratamiento debe fundamentarse en tres aspectos: una adecuada
educación,
buen plan
dietético y una excelente actividad física.
El plan
dietético debe atender a sus necesidades de crecimiento;
no se aspira reducir su peso al ideal para la talla, sino
controlar el excesivo aumento de modo que al continuar el
incremento longitudinal en la talla, su peso llegue a ser
adecuado.
Se debe favorecer la actividad física del niño y
estimular las actividades deportivas.
Igualmente debe efectuarse una educación alimentaria, de
acuerdo con sus niveles de comprensión, que le permita
conocer los alimentos de muy alto valor
calórico y aquellos que van a favorecer su crecimiento y
nutrición
correctos.
Es importante involucrar en el tratamiento a sus padres, hermanos
y otros familiares que convivan con él. Los educadores han
de favorecer los buenos hábitos de alimentación y
ejercicio en los escolares, considerando que la obesidad infantil
no sólo es un problema familiar sino también
social.
Al niño obeso se le ha de ofrecer un adecuado apoyo
psicológico que lo motive para seguir el programa de
control de la
obesidad y que le mejore su auto imagen y sus
relaciones
interpersonales.
Se debe tratar al niño obeso de una manera integral y no
caer en el error de centrar la atención en su obesidad únicamente.
Tampoco deben usarse medicamentos anorexiantes ni hormonas y,
finalmente, recordar que el régimen dietético de
reducción debe ser prescrito y explicado inicialmente a
la familia del
niño.
f. Pautas para el Tratamiento e implicaciones de la
obesidad en la salud
f.1 Pautas para el tratamiento
El tratamiento del obeso debe ser siempre individualizado y
multidisciplinario. El individualizado debe comprender los rasgos
y características propias del paciente
señalados en la historia clínica. El
multidisciplinario debe abarcar acciones
médicas, nutricionales, de apoyo psicológico y de
actividad física. Todo debe ser regido por una gran labor
educativa acerca de su condición, sus factores de riesgo
y, a la vez, que motive al paciente para que logre cumplir con el
régimen alimenticio a cabalidad, llevar a cabo un buen
programa de
actividad física y recibir adecuadamente lo que se le
prescriba (medicamentos, suplementos dietéticos,
edulcorantes, cirugía).
Guía general del tratamiento:
Esta debe contemplar los siguientes pasos:
- Régimen de alimentación.
- Actividad física
- Manejo psicológico
- Programas educativos
- Medicamentos, suplementos dietéticos,
edulcorantes y cirugía.
El régimen alimentario de un obeso debe ser
prescrito por el médico y la elaboración de la
dieta por una nutricionista o una persona
capacitada para diseñarla.
Para lograr la mayor aceptabilidad de la dieta y garantizar su
cumplimiento se deben tener en cuenta los siguientes factores:
edad, sexo, talla, profesión, factores
socio-demográficos, gustos, apetencias, hábitos y
vicios.
El régimen de alimentación debe tener las
siguientes características:
- Adecuado a las necesidades calóricas de cada
individuo. - Con menor contenido calórico que el
requerimiento para mantener el peso. - Diseñado para que la reducción
calórica sea progresiva hasta ajustarlo al peso deseado
(que no siempre es el ideal). - Que proporcione todos los nutrientes
básicos. - Agradable para que sea aceptado por el paciente (pero
que no contenga alimentos que exciten el apetito) - Adaptado a los hábitos de la familia.
- Susceptible para ser usado por largos
períodos. - Fraccionado para evitar el hiperinsulinismo
reactivo. - Con alimentos ricos en fibra en adecuada
proporción (5-10 gramos de fibra
dietética). - Con alimentos de sabor suave, bajos de sal,
suficientemente consistentes para asegurar un buen
tránsito intestinal y con una temperatura
preferiblemente caliente. - Con una lista de intercambios para ofrecer variedad
al paciente.
Debe valorarse el uso de productos
dietéticos (muchos de ellos aportan más
calorías que los alimentos naturales). No es lo mismo un
"alimento dietético" a uno "bajo en
calorías).
f.2 Implicaciones de la Obesidad en la salud
Las personas con peso excesivo presenta cambios
metabólicos y vasculares y aumentan el riesgo para sufrir
diferentes enfermedades:
Endocrinológicos y metabólicos: Cardiovasculares y respiratorios: Cáncer: Endometrial, mamario, Obstétricos: Diabetes gestacional, toxemia, Digestivos: Colelitiasis, esteatosis, reflujo Otros: Osteartrosis, várices, |
5. Desnutrición
- Concepto y causas de la Desnutrición.
- Métodos de evaluación nutricional.
- Nutrición Peranteral.
- Clasificación Clínica.
- Desnutrición Infantil: enfermedad
económica. - Para tener siempre presente.
- Alimentos recomendados.
a. Concepto y Causas
de la Desnutrición
La desnutrición es la enfermedad provocada por
el insuficiente aporte de combustibles (hidratos de carbono –
grasas) y proteínas.
Según la UNICEF, la desnutrición es la principal
causa de muerte de
lactantes y niños pequeños en países en
desarrollo. La prevención es una prioridad de la
Organización Mundial de la Salud.
La desnutrición en sus diversa formas es la más
común de las enfermedades. Sus causas se
deben en general a deficientes recursos
económicos o a enfermedades que comprometen el buen
estado
nutricional. Según el manual
internacional de clasificación de enfermedades es una
complicación médica posible pero que puede
prevenirse y que tiene impacto muy importante sobre el resultado
de los tratamientos.
Hoy en día la desnutrición es aceptada como un
factor común en la practica clínica que tiene como
consecuencias un aumento en el tiempo de
estancia hospitalaria, morbilidad y mortalidad en los pacientes
hospitalizados, debido al alto riesgo de complicaciones como
infecciones, flebitis, embolismo pulmonar, falla respiratoria,
baja cicatrización de heridas y fístula que estos
sufren. Como consecuencia, la estancia hospitalaria y los
costos de la
terapia se incrementan significativamente.
El estado
nutricional en condiciones normales es la resultante del balance
entre lo consumido y lo requerido, lo cual está
determinado por la calidad y
cantidad de nutrientes de la dieta y por su utilización
completa en el organismo.
En los últimos años se le había restado
importancia a la valoración nutricional de los pacientes,
ya que los parámetros hasta ahora desarrollados no han
sido son aprobados debido a que en algunos casos se ven afectados
por la respuesta a la enfermedad per se, además de
representar una relación costo-beneficio
importante para el paciente. Pero ahora debido al impacto que
tiene la nutrición en la evolución clínica, se ha acrecentado
el interés
por encontrar un marcador preciso de mal nutrición.
La valoración nutricional debe formar parte integral de
toda evaluación
clínica con el fin de identificar pacientes que requieren
un soporte nutricional agresivo y temprano con el fin de
disminuir los riesgos de
morbimortalidad secundarios a la desnutrición preexistente
en los pacientes hospitalizados.
Causas
- Disminución de la ingesta
dietética. - Malabsorción.
- Aumento de los requerimientos, como ocurre por
ejemplo en los lactantes prematuros, en infecciones,
traumatismo importante o cirugía. - Psicológica; por ejemplo, depresión o anorexia
nerviosa.
b. Métodos de
evaluación nutricional.
Existen diferentes métodos
para evaluar el estado
nutricional, como o son el interrogatorio, la valoración
global subjetiva, las pruebas
bioquímicas, la composición corporal, los datos
inmunológicos y los índices pronósticos. A continuación se
describen cada uno de ellos:
- Interrogatorio. Se obtiene una estimación a
cerca de los hábitos alimentarios, intolerancias
alimentarias, anorexia,
vómito,
diarrea, secuelas de algún tratamiento
quirúrgico, tradiciones religiosas y culturales que
pueden influir sobre la nutrición de un paciente. Este
método
tiene como limitaciones la edad del paciente, la habilidad para
recordar información, así como el estado de
conciencia
del paciente. Además de la posibilidad de sub o sobre
estimar la ración alimentaria, proporcionando un error
de cálculo
significativo en el aporte nutricional. - Valoración global subjetiva. Es una
técnica clínica que valora rápidamente el
estado nutricional de acuerdo a las características del
interrogatorio y examen físico encontrados. Aquí
los pacientes son clasificados como normales, medianamente
malnutridos y severamente malnutridos. Esta técnica no
ha sido evaluada de manera formal en el paciente crítico
; carece de cuantificación y por tanto su sensibilidad
es limitada en valorar cambios en el estado nutricional luego o
durante la terapia de soporte nutricional. - Pruebas bioquímicas.
- Proteínas totales: la síntesis
de proteínas puede ser regulada por muchos
factores incluyendo la disponibilidad de aminoácidos y
la función
hepática. En la enfermedad aguda hay un incremento en el
escape transcapilar de las proteínas por le cual existen
cambios en sus concentraciones plasmáticas no reflejando
así estados de malnutrición. El paciente critico
puede verse afectado por el estado de hidratación, la
síntesis
de proteínas de fase aguda como la PCR y el
fibrinógeno suben después de una enfermedad grave
o sepsis en asociación con una caída de
albúmina, prealbúmina y transferrina, haciendo
caso omiso del estado nutricional. La respuesta inmune a sepsis
es muy rápida, mediada principalmente por las
interleucinas 1 y 6 y el factor de necrosis tumoral, causando
alteración en la síntesis de proteínas y
por tanto cambios en los niveles plasmáticos
independientes del efecto de la nutrición. Mejorar o
normalizar los niveles de la hipoproteinemia puede dificultarse
más por la malnutrición y la demora en recobrar
dichos niveles plasmáticos se reduce por un adecuado
soporte nutricional, por lo que sus mediciones pueden ser de
utilidad en el
monitoreo de la respuesta al soporte nutricional. - Otras.
En general el método
ideal para diagnosticar el estado nutricional no se ha
identificado y entre los disponibles hasta hoy ninguno ha sido
aceptado realmente como seguro. Encontrar
un método fácil que sea altamente específico
y sensible con una relación costo-beneficio
adecuada continua siendo un tema de investigación. En la práctica
clínica debe sospecharse alteración del estado
nutricional de un paciente cuando tenga un porcentaje de perdida
de peso menor al 10% sin causa establecida, presente anorexia
prolongada, albúmina menor a 3.5 mg/dl y una capacidad de
trabajo disminuido.
El equipo constituye un excelente mecanismo para identificar
pacientes que necesitan soporte nutricional, reducir la
complicaciones asociadas con nutrición enteral y
parenteral y brindar soporte nutricional costo-beneficio en
instituciones
hospitalarias. Expresado en la forma más sencilla, el
propósito del equipo de soporte nutricionales brindar
atención nutricional, realizado en general
de tres maneras:
- Identificación de pacientes nutricionalmente
afectados. - Ejecución de una valoración nutricional
que pueda guiar de manera adecuada la terapia
nutricional. - Suministro del soporte nutricional efectivo y
seguro.
Los miembros del grupo de soporte metabólico y
nutricional tendrán las siguientes funciones:
- Médico: es el responsable de las decisiones
relativas al diagnostico y plan terapéutico; define los
procedimientos
de evaluación o valoración nutricional, realiza
los procedimientos
de acceso vascular, formula y prescribe el régimen de
soporte y dirige el seguimiento y monitores
del paciente, y suspende o modifica el tratamiento de acuerdo
con las necesidades cambiantes del enfermo. - Enfermera: responsable del manejo continuado y
permanente del paciente, tanto en los aspectos físicos y
materiales,
como el aspecto, emocional y psicológico. Es la
encargada de preparar las soluciones
de nutrición parenteral, a excepción de
hospitales donde hay un químico farmacéutico.
Deberá mantener en disponibilidad permanente los
equipos, materiales
de curación, etc. Lleva el registro
meticuloso y preciso de balance de líquidos contra las
tasas de infusión, substratos para la
alimentación y en general supervisa todos los cuidados
de enfermería a cargo del cuidado del
paciente. también tiene a su cargo la
educación y adiestramiento del personal
técnico que maneja el soporte nutricional. - Dietista nutricionista: es el responsable de
determinar las necesidades individuales de el paciente mediante
el protocolo de
valoración nutricional, haciendo la
interpretación de los hallazgos a la luz de una
cuidadosa historia nutricional,
recomienda y ejecuta los regímenes nutricionales,
ejecutando las prescripciones de los médicos,
evalúa la efectividad del soporte nutricional, valora el
progreso del paciente. Prepara las mezclas
parenterales en caso de que el QFB o la enfermera no
estén disponibles. - Terapista física: Ejecuta un programa de
ejercicios que aseguren el mejor aprovechamiento del
régimen de soporte y que contribuya al restablecimiento
del tono muscular y a la rehabilitación general del
paciente. - Químico farmacéutico: tiene a su cargo
mantener en forma permanente disponibilidad y proveer en forma
oportuna las soluciones
parenterales con todos los componentes y aditivos necesarios
para las mezclas que
se utilizan en la nutrición parenteral. Debe estar
familiarizado con los aspectos bioquímicos y
farmacológicos de tales soluciones. Además, deben
escogerse los materiales que ofrezcan las mejores condiciones
de calidad,
seguridad y
economía. Deberá preparar las
mezclas de nutrición parenteral y dar recomendaciones
sobre la compatibilidad de soluciones, estabilidad de estas.
etc.
c. Nutrición Parenteral
Con el advenimiento de la
administración intravenosa en 1968 y la
demostración de la prevalencia de malnutrición en
poblaciones hospitalarias y del beneficio de la reposición
nutricional en estos pacientes se impulso el desarrollo de un
nuevo campo en la medicina, el
soporte nutricional clínico. La investigación en esta área ha
progresado aceleradamente en los últimos años y la
nueva ciencia se ha
convertido en una importante especialidad de la medicina.
La administración intravenosa de
calorías, nitrógeno y otros principios
nutritivos en cantidades suficientes para obtener síntesis
de tejidos y
anabolismo se denomina nutrición parenteral total
(NPT).Originalmente este procedimiento se
llamaba hiperalimentación.
Dudrick desarrollo la técnica de administrar
líquidos para nutrición parenteral total por la
vena subclavia hasta la vena cava superior, donde la
solución es diluida rápidamente por el gran
volumen de
sangre
circulante y se reduce al mínimo la hipertonicidad de la
solución. La NPT esta indicada en pacientes que no pueden
ingerir alimentos por carcinoma o quemaduras extensas, pacientes
que se niegan a comer, como en el caso de los personas deprimidas
o en jóvenes que sufren anorexia nerviosa y pacientes
quirúrgicos o los que no se pueden alimentar por
vía oral.
Definiciones:
- Nutrición Parenteral: Termino genérico
que se refiere a agentes provistos por rutas distintas del
tracto gastrointestinal, en general a través del
sistema
circulatorio. - Nutrición Parenteral Central: Nutrición
parenteral entregada a través de una vena de gran
diámetro, usualmente la vena cava superior. - Nutrición Parenteral Periférica:
Nutrición parenteral entregada a través de una
vena pequeña, usualmente la mano o el
antebrazo. - Alimentación Completa Intravenosa: Terapia en
la cual todos los nutrientes son administrados por la ruta
endovenosa. Generalmente se emplea la vía
central. - Soporte Nutricional Parenteral Parcial: terapia en la
cual algunos nutrientes, generalmente aminoácidos,
glucosa y grasas son administrados por ruta endovenosa. Pueden
usarse la ruta central o periférica.
d. Clasificación Clínica
Se manifiesta en 3 enfermedades:
- Marasmo: déficit de proteínas y
energía - Kwashiorkor: sólo falta de proteínas,
aporte energético adecuado - Kwashiorkor marásmico: mixta
Características del Marasmo:
- Apariencia muy delgada, emaciada
- Debilitamiento muscular evidente y pérdida de
grasa corporal - Habitualmente se manifiesta en menores de 18 meses de
edad - Piel arrugada, caída del cabello,
apatía - Sin edemas
Características del Kwashiorkor :
- Edema: "esconde" la importante emaciación de
los tejidos
subyacentes - Habitualmente se da entre los 2-4 años de
edad - Descamación de la piel
- Despigmentación del cabello
- Abdomen distendido
- Apatía
f. Desnutrición
Infantil: Enfermedad económica
Las características médicas de la
enfermedad que afecta a la mitad de los chicos de Argentina
La piel cambia de
color y de
textura. Las defensas del organismo bajan abruptamente. Los
deseos de comer desaparecen y, por último, el sueño
se adueña del cuerpo para siempre. Es parte del recorrido
que sufren los chicos con desnutrición grave y que deja al
descubierto el verdadero riesgo país que padece la
Argentina: la
mitad de los chicos de Argentina padecen
alguna deficiencia nutricional y miles de ellos mueren por causas
que se podrían evitar.
Según especialistas en nutrición es una regla sin
excepción que, cuando existe la desnutrición,
afecta principalmente al niño menor de seis años.
Ello se debe a que su rápido crecimiento tiene
requerimientos nutritivos que son más elevados y
específicos y, por ese motivo, difíciles de
satisfacer.
Además, los niños dependen para su
alimentación enteramente de terceros, que muchas veces no
tienen los recursos
económicos suficientes o carecen de un nivel cultural o de
educación como para cumplir adecuadamente con ese rol.
En Argentina, la mayoría de las veces la carencia de
nutrientes no alcanza gran intensidad, lo que se traduce
aparentemente "sólo" en algún retardo de la talla y
el peso para la edad. Sin embargo, también en ellos son
más frecuentes las enfermedades infecciosas y el deterioro
significativo en las condiciones intelectuales.
Además, un porcentaje mucho menor llega a grados
avanzados, con síntomas clínicos evidentes, y en
ellos los riesgos
físicos y psíquicos son mayores.
En cuanto a la clasificación de la enfermedad, en la
actualidad se tiende a aceptar los términos
"desnutrición", "malnutrición",
"subnutrición" o "hiponutrición" para referirse al
cuadro clínico general producido por disminución
crónica del aporte de nutrientes, así como de las
pérdidas excesivas de éstos. En función
del tiempo, la
enfermedad lleva a una pérdida de peso en relación
con la edad y a un retardo en el crecimiento. Estas causas, por
mucho, representan la mayor parte de los casos.
En una proporción menor (el dos por ciento), se llega a
cuadros avanzados de desnutrición con pérdida muy
significativa de peso, deterioro muscular, alteraciones de la
piel y edema de las extremidades. Este cuadro se denomina en
general desnutrición calórico-proteica.
Sin embargo, en los casos graves, a veces es posible
distinguir dos cuadros clínicos muy bien definidos
según sea preponderante el déficit calórico
y proteico o sólo el déficit proteico: el primer
caso se denomina marasmo y el segundo kwashiorkor.
En la mayoría de los casos, los dos síndromes
clínicos se superponen, pero en ocasiones es perfectamente
diferenciable un síndrome de otro.
El marasmo es una enfermedad crónica, mientras que el
kwashiorkor es relativamente aguda. El niño sometido a una
dieta hipocalórica e hipoproteica llega a una
situación de marasmo que, si está libre de
infecciones, puede durar meses o años. Pareciera que, en
cierta forma el niño se adapta a esta
situación.
En cambio el que
estuvo sometido exclusivamente a una dieta hipoproteica y
normocalórica, en menos de veinte días desencadena
toda la sintomatología propia del kwashiorkor.
El marasmo se trata de un cuadro clínico que se presenta
en el primer o segundo año, aunque puede aparecer
también en edades más avanzadas. Se caracteriza por
un gran enflaquecimiento, alcanzando la pérdida ponderal
al 40 por ciento o más en relación con la edad.
En los estados más avanzados, el lactante adquiere cara de
viejo, la piel aparece arrugada, de color
pálido grisáceo y seca. Además, la piel
puede aparecer delgada y brillante y hasta con ulceraciones que
se infectan y son difíciles de mejorar.
Existe un compromiso del estado psíquico: aun cuando a
menudo está consciente y en apariencia preocupado por el
ambiente que
lo rodea, rara vez está alegre y tranquilo. Por lo general
se muestra irritable
e intranquilo, o apático y somnoliento, y muestra gran
tendencia a succionarse los dedos. Es habitual el llanto
débil y monótono (a veces sin causa aparente), el
pulso es muchas veces difíciles de apreciar por su escasa
tensión y puede hacerse fácilmente irregular.
En el marasmo, las infecciones son muy comunes y contribuyen a
agravar la desnutrición, siendo casi siempre la causa de
muerte. Por
otra parte, el Kwashiorkor se ve con mayor asiduidad en el
lactante mayor y en el preescolar. Su
causa principal es una dieta deficitaria en proteínas, lo
característico es el edema (que suele acompañarse
con alteraciones digestivas, como diarrea, vómitos e
inapetencia).
Existe un gran compromiso psíquico: llama la
atención la gran indiferencia a los estímulos del
mundo externo y, es una actitud
general, permanecen postrados sobre la cama.
También son característico alteraciones del
cabello, la sequedad de la piel, existe compromiso del sistema
circulatorio: hipotensión, disminución de la
frecuencia cardíaca y tiempo de circulación
prolongado, generalmente existe anemia, y diarrea permanente.
Sobre como prevenir la enfermedad, desde el Centro de Estudios
Sobre Nutrición Infantil (Cesni) afirman que una buena
alimentación debe cumplir con los requisitos de ser
suficiente (cubrir las necesidades nutricionales), equilibrada
(aportar proporciones adecuadas de nutrientes), variada (incluir
diversos tipos de alimentos) y libre de riesgos ecológicos
(desprovista de sustancias que en forma natural o agregada
impliquen riesgo para el organismo). Al respecto, recomiendan una
dieta que incluya los cinco grupos de
alimentos: lácteos y
sus derivados (que aportan calcio y vitaminas A y
D); carnes, legumbres y huevo (que aportan proteínas y
algunas vitaminas);
harinas y cereales (energía y algunas vitaminas); frutas y
hortalizas (vitaminas y fibra); y, en menor medida, grasas,
aceite y azúcar
(aportan básicamente energía).
Sin embargo, tanto desde el Cesni como de otros organismos que
trabajan en la problemática reconocen que todas las
recomendaciones quedan supeditadas a las posibilidades
económicas de las familias.
g. Para tener siempre presente
- El tratamiento nutricional es una Dieta
Armónica de hidratos de carbono,
proteínas y grasas; pero con el incremento del
porcentaje de proteínas al inicio, se acelera mucho la
recuperación en el primer mes. - La desnutrición prolongada, especialmente si
es de hierro,
disminuye la capacidad de aprendizaje y
razonamiento, y abarca entre los 6 meses y 2
años. - No consumir sopas, ensaladas, ni bebidas antes de
comer ya que producen mucha saciedad.
En lo posible fraccionar la alimentación en 6 comidas
diarias.
h. Alimentos recomendados
Lácteos: leche entera.
Si se toma con infusiones, prepararla en la misma leche.
También yogures enteros saborizados, con frutas o con
cereales.
Quesos: se preferirán untables con crema, cremosos (como
cuartirolo), semiduros (como emmental y Mar Del Plata) y duros
(como reggianito y sardo). Preferentemente no deben ser sometidos
a calentamiento.
Huevo: puede consumirse una unidad diariamente. La clara se puede
consumir con mayor frecuencia. Es preferible comerlo formando
parte de preparaciones y no solo.
Carnes: preferentemente blancas, de ave, sin piel ni grasa, o de
pescado. También vacuna. Pueden prepararse asadas, al
horno o a la
cacerola.
Hortalizas: todas pueden consumirse sin inconvenientes,
prefiriendo siempre el consumo cocido. En preparaciones como
tortillas, budines y tartas.
Frutas: al igual que las hortalizas, todas pueden consumirse.
Preferentemente cocidas y picadas, en compotas, asadas y en
purés.
Cereales y derivados: se aconseja consumir una porción
diaria. Se seleccionarán aquellos de laminado fino, como
espaguetis y cabello de ángel; también harinas de
sémola y maíz,
arroz blanco y pastas rellenas. Todas las pastas deben estar muy
bien cocidas. Son también indicados postres a base de
cereales y leche.
Pan: lacteado, francés, vainillas y bizcochos.
Azúcares y dulces: mermeladas de frutas, dulces compactos
de membrillo y miel. Azúcar
blanca o negra, para endulzar preparaciones.
Cuerpos grasos: aceites de maíz,
girasol, canola y oliva. No deben ser sometidos a calentamiento.
También crema para enriquecer preparaciones y manteca.
Infusiones: deben prepararse en la leche. Se puede utilizar
té suave.
Bebidas: sin gas. Agua, jugos y
bebidas a base de hiervas.
Condimentos: todos están permitidos para hacer más
agradable y apetitosa la comida.
Autor:
Hebe Martinatto
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